Ajna: La sabiduría al mando

Después de recorrer todos los estadíos de la evolución humana en los primeros cinco chakras, llegamos al punto de inflexión en Ajna chakra. Es en el entrecejo donde se juntan todas las enseñanzas que aprendimos durante el crecimiento y la evolución. Aquí ya entramos en un nivel de conciencia muy elevado.

Aquí vive nuestro maestro interior. El Guru. “Gu” es ignorancia y oscuridad. “Ru” es sabiduría y luz. El Guru es el que viaje desde la ignorancia hacia la sabiduría, desde las oscuridad a la luz, y  éste chakra es el denominado «Asiento del Guru».

Aquí se juntan las polaridades. El sol con la luna, el lado derecho con el izquierdo, lo femenino con lo masculino. Hay unidad, en todo sentido. No hay más diferencias ni discriminaciones ni extremos. Hay solo equilibrio. Discernimiento. Claridad. Verdad. Todas las separaciones que fueron  formando la mente intelectual—los torrentes de pensamiento y emoción—son traspasadas. Somos capaces de ver una verdad absoluta e única. Que somos todos partes de lo mismo.

Dos de los canales energéticos más importantes del cuerpo—Ida y Pingala—que suben por la espalda a ambos lados del canal central, se juntan a la altura de Ajna chakra. Ida está del lado izquierdo del cuerpo y representa las cualidades femeninas de tranquilidad, creatividad e reflexión. Pingala sube por el lado derecho y representa lo masculino: la actividad, la lógica y la acción. Luego, es solo Sushumna nadi (el canal central) que sigue hasta el séptimo y último chakra.

Discernimiento. Claridad. Verdad.

Cuando meditamos, estamos equilibrando Ajna chakra. Intentando traspasar maya, la ilusión de la realidad, para poder ver la verdadera realidad. Sentir nuestra propia verdad y actuar acorde a ella. Ajna es ese  tercer ojo que nos permite ver mucho mas allá de lo que aporta la vista (y que, irónicamente, podemos ver mejor con los ojos cerrados).

La intuición se fortalece cuando tenemos abierto este chakra y tenemos más facilidad para percibir los mensajes del universo. Recordamos los sueños y podemos llegar a tener momentos de clarividencia o telepatía. Procedemos en nuestros vidas desde un lugar muy profundo de claridad y dirección.

Ajna está ubicado en la base del cerebro,  justo por encima de la columna vertebral. Su energía se irradia hacia delante, por encima del entrecejo. Rige el cerebro entero, los ojos, la nariz, la cara y el sistema nervioso central. Influye también sobre dos de las glándulas mas potentes del cuerpo: la pituitaria y la pineal. A la glándula pituitaria le dicen “la glándula maestra” y a la pineal, “el asiento del alma”.  La pituitaria produce hormonas y dirige otras glándulas que hacen funcionar todo el sistema del cuerpo, desde la tiroides hasta las glándulas sexuales. La pineal rige nuestros ritmos—tanto el circadiano como el reloj biológico. Sin cualquiera de las dos, no podríamos funcionar.

Es por esto que Ajna en sánscrito significa “comando”. Este chakra es un verdadero centro de comando del ser.

Problemas con este chakra se manifiestan como dolores de cabeza, tumores cerebrales, problemas en los ojos, insomnio, etc.

Lo lindo de este centro de energía es que se puede abrir en cualquier momento y cualquier edad. Todos hemos tenido momentos de apertura—durante meditaciones, durante momentos de dicha…durante esos momentos de la vida donde todo parece tener sentido, todo está bien, todo es claro, todo está en paz. Eso es Ajna.

Técnicas para desbloquear o activar Ajna

Respiración: Anuloma Viloma (respiración alterna). La idea es usar pranayamas y respiraciones que equilibran los dos hemisferios de cerebro, los dos lados del cuerpo.

Asanas: Las posturas de cierre hacia delante, contacto del entrecejo con la Tierra y contemplación. Ejercicios de ojos. Uttanasana y Paschimottanasana (cierre hacia delante en parado y sentado); Balasana (niño); Janu Sirsasana. Meditación.

Mantras: Mantras a Shiva y Shakti, Mahadevashiva. Om asatoma sat gamaya. El mantra Kundalini de Wahe Guru.

Otras prácticas:

–       La meditación.

–       Contemplación, en todas sus formas y sentidos.

–       Mirar el cielo de noche, las estrellas y otros astros.

–       Escuchar los sonidos en silencio.

–       Meditación sobre nadam, el sonido de las células. Ir aquí: http://www.ayurvedatibetano.es/cuencos.html

–       Reflexionar sobre la vida y la dirección que estás tomando.

–       Mirar el cielo azul.

–       Usar el color azul oscuro/índigo/añil.

–       Ser generoso, poner primero a los demás.

–       Entonar el vocablo “i” o el mantra “ohm”.

–       Llevar un diario de sueños, intuiciones y sincronicidades.

–       Estar en silencio, quietud, soledad.

–       Tocar una planta de menta y oler la esencia que permanece en los dedos.

Color: Indigo (azul oscuro hacia violeta).
Lugar: En la base del cerebro, justo encima de la columna.
Elemento: No tiene. Se asocia con la luz.
Vocal:  “i”
Mantra: Ohm.
Partes del cuerpo: Base del cráneo, cerebro, cara, ojos, nariz, sistema nervioso central, glándulas pineal y pituitaria.
Cualidades positivas: Claridad, contentamiento, discernimiento, desapego, intuición, sabiduría, fe, habilidades psíquicas.
Cualidades negativas: Confusión, dudas, arrogancia intelectual, materialismo, exceso de racionalismo, aislamiento, poca espiritualidad.
Sentido: Ninguno y todos.
Deidad: La unión de Shiva y Shakti (Shakti Hakini).

Para más información:

http://maasyoga.com.ar/los-chakras/

http://www.chakras.net/energy-centers/agya

Chakras, Usando el yoga para equilibrar los chakras de Mary Horsley. Gaia Ediciones, 2006.